Yo que entiendo de esto... mejor no fiarse

Perdonadme que empiece así, pero me gusta tener a la gente informada y por eso os digo que la selección española de voleibol ganó ayer ante Eslovenia (3-0) y hoy ha perdido ante Grecia (0-3) en la fase clasificatoria en el Europeo de Turquía, y en lo que se refiere al US Open decir que Robredo y Verdasco han pasado de ronda mientras que Nadal juega esta noche ante Kiefer.

No voy a añadir nada más porque en lo que respecta a fútbol, baloncesto (principalmente selección española) y motor (F-1 y motos) ya tenemos suficiente con la información que dan en televisión.

Y ahora paso al tema que me gustaría comentar hoy porque seguramente todos nos habremos encontrado con algún "especimen" de estos que voy a describir. Este tema viene relacionado con mi fuente de información que me dijo que una fuente suya le había dado la noticia de que el Eurobasket lo retransmitirían en una cadena de pago; la cuestión es que yo sé que esa fuente, no la mía, sino la fuente de mi fuente con casi toda seguridad obtiene dicha información de otra fuente (esto empieza a parecerse a bricomanía o decogarden) que conozco de refilón y que se podría encuadrar en esta categoría.

Esta categoría a la que me refiero es la clase de gente que empieza sus frases del siguiente modo: "Yo que llevo en esto muchos años...", aunque también está la versión de "Yo que entiendo de esto...", e incluso está la versión a machete limpio "Vosotros que no sabéis de esto...".

Después de esta introducción siempre va una disertación (vamos, que el Señor de los Anillos al lado de su charla es un resumen breve de un par de páginas) acerca del tema que a ellos les convenga, porque puede ser que la conversación empiece siendo acerca de un jugador de fútbol que ví en un programa de la tele y puede acabar en los trofeos que ganó esa persona en sus años mozos.

Porque esta gente suelen ser de los que se leen el periódico deportivo de turno en el bar y ya creen que están en disposición de opinar no, de declarar como verdad máxima, sobre cualquier tema que se proponga, incluso acerca de curling en Groenlandia, badminton en India o bowling en Alcayatas de Arriba.

Está la versión del que, llegado el sábado por la mañana, se pone su chándal de su equipo de fútbol y están así vestidos, pase lo que pase y vayan donde vayan, hasta el domingo por la noche; si se rompe la cocina, se cae una lámpara, se pierde una puerta... no pasa nada, mientras su chándal esté limpio el sábado por la mañana ellos son felices.

También tenemos la versión entrenador "24 horas/365 días" que es similar al anterior pero al que se añade un familiar (hijo, nieto, sobrino, primo lejano del vecino...) que practica un deporte del cual, casualidades de la vida, esa persona es Experta (ojo, resaltar la mayúscula de la palabra) e incluso puede que en su juventud fuera una de la más prometedoras promesas (iba a poner asombrosamente prometedora promesa asombrada, pero me parecía excesivo).

Esta segunda versión puede ser peor aún si el citado sujeto obtiene algún título acreditativo como entrenador, monitor, ayudante... o algo que le permita estar en el banquillo dando los mismo gritos (eso sí, con el mismo sentido que desde la grada), haciendo los mismos gestos despectivos (muy adecuados para los chavales a los que entrena) y no come pipas porque entonces no puede hacerle peinetas al árbitro. Y son estos sujetos los que, al acercarse a un entrenador novato, le imponen (aunque ellos lo llaman sugerencias, ayudas, opiniones... órdenes, diría yo) sus ejercicios, sus sistemas de entrenamiento e incluso sus alaridos. Porque no saben acoplarse, sumar al equipo, ellos necesitan ser la voz principal, la única voz que dirija al equipo y si alguien (ingenuo él) se atreve a opinar distinto, entonces aparece otra frase que es "Llevo 20 años entrenando y..."; sólo decir una cosa: conocí a una persona que estuvo escribiendo "Ahora" sin "h", y lo hizo durante toda su vida (ahí queda eso, frase con mensaje en el interior, como los huevo kinder).

Claro que también está la versión de la vida diaria de "Yo que no soy machista..." o la muy conocida "A mí no me gusta cotillear, pero..." que va siempre seguida de alguna frase que no deja ninguna duda de que efectivamente SÍ eres cotilla, machista o lo que hayas dicho al principio que no eras.

Porque si dices cosas como "A mí que cada cual haga lo que quiera, si son felices y no molestan a nadie..." y cuando llega tu hija con su novio rockero, te pones de los nervios y estás más pendiente de lo que dicen las de "Yo no soy cotilla, pero la hija de Maripili está saliendo con un greñas... seguro que toman marijuana de esa... no como mi Jonathan José que son sus amigos los que echan cosas en su coca-loca light " que de si tu hija es feliz con su novio Rosendo.

Así que mi consejo es que cuando alguien, en una conversación, empiece su frase con alguna de las perlas que os he dicho, mejor asentir y en cuanto se pueda huir de ese lugar como si vinieran los "charlies" a por vosotros, porque ya puedes enseñarles libros, videos, documentos firmados por Obama o por Gasol que demuestren a las claras que no tienen razón, ellos no saldrán de sus trece y como en lugar de hablar, sentencian, juzgan con cada una de sus palabras, entonces es mejor no perder el tiempo y aprovecharlo, porque como dijo un día un profesor que tuve en la universidad: "Cuando sean mayores podrán recuperar el aspecto juvenil con una operación de cirugía, podrán recuperar su dinero poniéndose algún cero imaginario en su cuenta bancaria, pero jamás recuperarán el tiempo que pasa, cada minuto que hayan vivido es irrecuperable; algunos se quedan en la memoria, la mayoría se pierden para siempre".

Y como a mí me gusta aportar mi granito de arena, os dejo otra reflexión, esta vez de mi cosecha: "Quien no está dispuesto a aprender, está predispuesto a morir".