domingo, 8 de junio de 2014

Cuando el "mercado laboral" es más "mercado" que "laboral"

A punto de cumplirse el año y medio desde que comencé a buscar un trabajo, y sigo igual que entonces... bueno, igual no: ahora soy casi un año y medio más mayor.

Hace doce años comencé mis estudios universitaros y al mismo tiempo empecé a trabajar, y a día de hoy continúo con ambas cosas; ¿dónde está el problema? En que a los ojos de las empresas y los encargados de RRHH, realmente no he trabajado en nada.

Primeramente comencé la Ingeniería Industrial y por aquel entonces pensaba que cuando estuviera en último curso, las empresas vendrían a mi casa para contratarme; así que decidí (erróneamente, como he podido comprobar ahora) compaginar los estudios con distintos trabajos a tiempo parcial en cosas que me gustaban, desde profesor de judo hasta entrenador y árbitro de baloncesto, llegando a profesor particular de Secundaria en los últimos años.

Mi idea durante los últimos años era: "bueno, voy matriculándome de las asignaturas que me cuadren y aunque tarde unos más en terminar la carrera, seguro que luego las empresas me valoran más que al resto por haber estado trabajando".

Entonces llega el momento en el que termino la carrera y comienzo el Grado en Economía, y pienso: "ahora lo voy a petar, las empresas organizarán subastas para contratarme"; pero entonces llegaron las entrevistas de trabajo y al llegar a la pregunta: "¿y en qué has trabajado hasta ahora?", por mucho que intente pintarlo bonito, al final suena a lo que es: una cagarruta.

Y así están las cosas: 30 años de edad, 0 de experiencia; es decir, cualquier persona que se haya licenciado este verano, tendrá el mismo CV que yo pero con cinco o seis años menos.

¿Qué solución encuentro? Pues casi ninguna que tenga un final satisfactorio; así que probablemente terminaré en una centralita de atención al cliente (un trabajo tan digno como cualquier otro, pero para eso no hubiera invertido tantos años de mi vida) con un sueldo que me permita vivir para trabajar y quizá algún día suene la flauta y pueda trabajar en algo que verdaderamente merezca estar en el apartado de "Experiencia laboral" de mi CV.

Hasta entonces sólo me queda seguir inscribiéndome en ofertas de trabajo y comprobar que pocos días después no sigo en el proceso de selección, mientras sigue cayendo arena en el reloj y más "rivales" se suman a la pelea por encontrar ese trabajo que te permita tener una hipoteca durante los próximos 50 años, que serán los mismos años que esperarás con ansia para jubilarte de un trabajo que detestas...

Pinta bien la cosa.