jueves, 24 de febrero de 2011

Ganar o progresar, esa es la cuestión

Hoy me gustaría hablar de nuevo de mi querido, y a la vez tan sufrido, AC Milan, el cual no termina de arrancar esta temporada y constantemente alterna una de cal y otra de arena.

No quiero ponerme ahora trágico tras la derrota del martes pasado en Champions pero desde el inicio de la temporada no me convenció nada la labor del nuevo entrenador, Massimiliano Allegri; por ponerlo de manera claray esquemática, estos son los puntos positivos y negativos que le veo a su estilo:

+ Recuperar al mejor Robinho que ha jugado en Europa.
+ Apostar por un joven talento como Merkel.

- No tener un esquema de juego, planteando los partidos "a lo que salga" y que resuelvan los de arriba (Ibrahimovic, Robinho y Cassano o Pato)
- No utilizar a los fichajes (Sokratis, Yepes, Emanuelson, Legrottaglie, Didac)
- Utilizar más a jugadores de perfil bajo (Oddo, Jankulovski, Flamini) que a los jóvenes (Didac, Emanuelson, Strasser, Oduamadi)

Como ya dije en su día con respecto a la escasa utilización de los nuevos jugadores, destacó el caso de Yepes que hasta el mes de Diciembre apenas había jugado unos pocos minutos pero tras las lesiones de otros defensas se hizo con un puesto casi indiscutible con su buen rendimiento en el eje de la zaga.
Pero es que en el mercado invernal llegaron dos jugadores jóvenes (el español Didac Vilá y el holandés Emanuelson) que no entran en los planes de Allegri puesto que el primero ni siquiera fue inscrito en la Champions y casi nunca va convocado, mientras que el segundo suele entrar en las convocatorias pero casi siempre se queda en la grada.

A parte de esto está el tema del estilo del equipo, consistente en una defensa de cuatro, tres centrocampistas (no sé muy bien si son dos defensivos y uno creador, o uno creador y dos volantes...) y tres delanteros, siendo ésta última línea la que está salvando la temporada gracias a las genialidades de Ibrahimovic (cuando le apetece), Robinho, Pato y Cassano.
No digo que el sistema sea incorrecto, lo que pasa es que los jugadores no son los adecuados:

-Este sistema necesita laterales "largos" al estilo de Roberto Carlos o Cafú, con velocidad, desborde, resistencia y buena capacidad al centrar al área; es evidente que jugadores como Zambrotta o Jankulovski (en caída libre en su evolución), Oddo (que no desborda ni una vez y centra desde casi el centro del campo), Bonera (que es un central justito, así que como lateral...), Antonini (muy voluntarioso pero limitado en la técnica) o Abate (muy potente y veloz pero sin mucha calidad) no ejercen las funciones requeridas. [de Didac Vilá no puedo decir nada porque no ha disputado ni un minuto; quizá podría ser el lateral del futuro...]

-En cuanto al centro del campo (que en su día popularizó el propio club milanés con la tripleta Gattuso-Pirlo-Seedorf, todos ellos con 10 años menos... y que el Barça ahora está deslumbrando con dicho esquema) necesita un jugador de corte más defensivo y otros dos con mucha movilidad, cayendo a la banda si es necesario y surtiendo de balones a los delanteros y laterales; como es evidente, jugadores defensivos hay por doquier (Gattuso, Ambrosini, Van Bommel, Flamini) pero ninguno de ellos tiene la "frescura" para imprimir al juego un ritmo vivo. Luego están jugadores como Seedorf, Boateng, Merkel o Emanuelson que pueden realizar las labores de creación, aunque el primero apenas aguanta un partido entero, el segundo ha entrado en una fase de lesiones constantes (y cuando se recupere puede cambiar la cara al equipo), el tercero está madurando (y será el futuro del club) y el último no entra en los planes del entrenador.

Y he aquí el debate interno que se me plantea de cara a esta temporada en la que el equipo marcha líder en la liga, está en semifinales de la Coppa y en la Champions todavía hay posibilidades de superar la ronda de octavos de final, todo ello con un juego de altibajos donde reina la lentitud e imprecisión en la parte defensiva y creativa pero con mucha dinamita en los metros finales.
Por eso se me plantean dos opciones para el desenlace de la temporada, con dos variantes cada uno:

*Ganar el Calcio y/o la Coppa de Italia (la Champions queda descartada con equipos como Chelsea, Barça, R. Madrid...)

+ El equipo, gracias a los ingresos económicos y el atractivo de cara al exterior obtenidos con los títulos, continúa con la renovación de la plantilla dando salida a jugadores de corte medio-bajo (Oddo, Jankulovski, Zambrotta, Sokratis, Flamini) y veteranos (Nesta, Gattuso, Ambrosini, Seedorf, Van Bommel, Yepes) para apostar por los nuevos talentos del equipo (Merkel, Strasser, Oduamadi, Didac, Emanuelson, Beretta, Albertazzi) y fichar a jóvenes con proyección (Sakho, Ganso, Balotelli...).

- Puesto que el equipo consigue buenos resultados, la directiva piensa que se debe al buen hacer de la plantilla (y no al mal estado del fútbol italiano) y decide mantenerla casi intacta, manteniendo a jugadores con un nivel muy por debajo del que merece un equipo como el rossonero.


*No ganar ningún título

+ La directiva decide hacer un cambio radical en la plantilla, apostando por jugadores jovenes y con futuro al mismo tiempo que da salida a aquellos que no cumplen con el perfil exigido para un club con 7 copas de Europa.

- Debido al fracaso que podría suponer no ganar nada, el club no tiene margen económico para fichar nuevos talentos (que no se sienten atraídos por un club que lleva varias temporadas sin trofeos) y se ve obligado a mantener en el equipo a los jugadores antes mencionados, al tiempo que podría llegar la venta de alguna pieza clave en el equipo para solventar las cuentas (Pato, Pirlo, T. Silva...)


Y aquí está la pregunta ¿es preferible ganar algún título si con ello se puede "enquistar" la mala situación del equipo? ¿o es preferible que todo haga "crack" para poder renacer de nuestras cenizas como un equipo totalmente rejuvenecido?
Claro está que nadie sabe cuál de las dos opciones elegirá el club en cada una de las situaciones, porque puede ser que aun ganando títulos el equipo se siga renovando, o que la situación haga "crack" y el equipo vaya a peor...

En definitiva, ocurra lo que ocurra al final de temporada, es evidente que tiene que haber al menos unas 8 ó 10 bajas para poder decir que el equipo sigue avanzando en la dirección correcta, aunque si eso va acompañado de alguna alegría en forma de título... a nadie le amarga un dulce.

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