martes, 6 de julio de 2010

No valoras lo que tienes...

...hasta que lo pierdes.

Todo el mundo puede nombrar varios ejemplos de su vida diaria que podrían explicar a la perfección el significado de esta frase, y en mi caso voy a explicarlo con un experiencia vivida en tercera persona aunque casi podría decir que es en primera.

Resulta que una determinada institución, más concretamente un colegio de Madrid, oferta varias actividades extraescolares entre las que se encuentra el baloncesto; hasta aquí todo normal.
Si hiciera una encuesta por la calle para saber las características que querrían para sus hijos al inscribirlos en dicha actividad, es probable que encontráramos cosas como diversión, nuevas amistades, disciplina, aprendizaje, hábitos sanos,etc.
En cambio si preguntase a dicha institución, la respuesta se reduciría a una palabra: dinero.

Y esto es sólo el principio, pues resulta que una de las entrenadoras que más esfuerzo y dedicación ha puesto en su labor ha sido a la postre la más "castigada" y olvidada por la dirección deportiva del centro; una persona que dedica su tiempo libre a organizar partidos para sus jugadoras, se preocupa de los horarios de la liga y de que su equipo tenga material adecuado, no puede ser que reciba una y otra vez "bofetadas" por parte del colegio cada vez que quiere mover un dedo por su equipo.

Los entrenamientos, los partidos, las experiencias vividas tanto dentro como fuera del campo por parte de todas las jugadoras que han pasado por su equipo tendrán un valor incalculable en el futuro, y no sólo en el mundo del baloncesto sino en cualquier ámbito de su vida.

Si la única tarea que tiene la dirección del centro es poner los horarios de los partidos que les facilitan los entrenadores y mantener un mínimo de calidad en el material utilizado por cada equipo, y la primera es obviada por completo y la segunda se limita a comprar 3 balones en todo el curso (4€ cada uno en Decathlon), resulta casi imposible retener a los entrenadores y mucho menos conseguir que los niños sigan teniendo interés en jugar en su colegio.

Pero se da la circunstancia que este equipo no sólo no ha menguado sino que a lo largo de estas tres últimas temporadas ha incorporado nuevas jugadoras, a pesar de que el interés de algunas de ellas estaba más enfocado hacia los estudios y salir de fiesta con los amigos; entonces, ¿cómo es que el equipo se ha mantenido?

Por el simple hecho de que las jugadoras se lo pasan bien, aprenden cosas importantes y son como una pequeña familia, y como tal se van de vacaciones juntas una semana a la playa a disputar un torneo veraniego; claro está, si el colegio se lo permite.

Y esto es lo que más me duele e indigna, que el colegio no haga acto de presencia en todo el curso para preguntar qué tal va la temporada, cómo se lo pasan los niños, si existe algún problema... pero si un equipo quiere inscribirse en un torneo de verano (CUANDO EL COLEGIO YA HA TERMINADO), entonces aparecen un montón de personajes con actitud altiva y prepotente diciendo a la entrenadora que "ni se le ocurra llevar a las niñas al torneo."

En ese momento la entrenadora insiste en que es una actividad fuera del calendario escolar y que va a seguir adelante, ante lo cual recibe la amenaza por parte del colegio de que van a decírselo a sus abogados para que estudien el caso.
Y como en este caso no se cumple el dicho de "se cree el ladrón que todos son de su condición" y la entrenadora no es tonta, comenta este "incidente" a los padres implicados que están encantados de que sus hijas se vayan una semana a la playa a pasárselo bien con sus amigas y además jugando al baloncesto.

Y lo que antes eran miradas altivas se tornan en cobardía y falsedad diciendo que "bueno, no dijimos exactamente eso; quizá nos interpretó mal", lo cual, además de mentira, es rastrero porque al margen de no renonocer tus amenazas encima le das otro "palo" a la entrenadora haciendo ver que todo ha sido un "error".

Lo mejor de esta historia es que las niñas van a vivir su segundo torneo veraniego en la playa y las experiencias que vivan allí no las van a olvidar nunca, además de agradecérsolo siempre a su entrenadora.
Lo peor de este suceso es que las futuras generaciones de dicho centro no van a disfrutar de una de las mejores entrenadoras que ese colegio ha tenido el placer de ver entrenar (¿alguien dudaba de que el final de la historia fuera distinto a este?)

Lo mejor de este desenlace es que habrá otro club, otro equipo que tenga la inmensa fortuna de tener a una entrenadora que se preocupe de enseñarles un baloncesto de alta calidad al tiempo que se lo pasan bien y desean que llegue el siguiente entrenamiento para seguir aprendiendo.
Lo supremo de esta historia: uno de los colegios con peor organización e interés por sus actividades extraescolares tenía en sus filas a una de las mejores entrenadoras (como si Messi jugara en el Poltrona F.C. de 8ª Regional) y la ha "obligado" a marcharse; además, en futuros torneos veraniegos no tendrán que rendir cuentas a nadie y se lo pasarán igual de bien que cuando se iban con la "sombra de la ley" en sus talones.

Por cierto, como nota curiosa decir que como el colegio no les permitió representarles en el torneo con su nombre ("no vaya a ser que..."), las jugadoras tuvieron que buscar un nombre para el equipo en el cual incluyeron las siglas del colegio porque, a pesar de todo lo sufrido, el hecho de que tanto las niñas como la entrenadora hayan estudiado allí durante más de 10 años y jugado casi la mitad de ellos en ese colegio, al final te deja una marca que a veces tienes la impresión de querer borrar.


Todavía no han valorado lo que tenían, porque aún no saben que lo han perdido... porque el curso 2010-2011 se empieza a organizar en este colegio allá por el mes de Septiembre, como manda los cánones, no vaya a ser que...

1 comentario:

  1. me imagino la situacion en septiembre........ Y LA ENTRENADORA GRITONA? jajaja
    recuerda la mejor frase del mundo que dice CUANDO SOMOS BUENOS NADIE NOS RECUERDA, CUANDO SOMOS MALOS NADIE NOS OLVIDA

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