sábado, 5 de junio de 2010

Conclusiones de mi primera temporada como árbitro

Esta temporada 2009-2010 será recordada en los libros de historia como la primera en la que arbitró uno de los mejores colegiados del panorama deportivo: un servidor.

Fuera de bromas, esta temporada he debutado como árbitro de baloncesto en la liga de Educación y Gestión de Madrid con un balance final de 34 partidos arbitrados en los que 16 victorias han caído del lado local y 18 del lado visitante.
Separando los partidos por categorías, los números quedan del siguiente modo (masc / fem):

*Prebenjamín mixto --- 4
*Benjamín mixto --- 7
*Alevín --- 6 (3 / 3)
*Infantil --- 9 (6 / 3)
*Cadete --- 7 (3 / 4)
*Júnior --- 1 (0 / 1)

El resumen que puedo hacer de esta primera temporada se podría dividir entre aquellas cosas que me han disgustado y aquellas que me han generado satisfacción; y ojo que no me refiero a mis fallos y aciertos, sino a determinados hechos que no me esperaba que sucediesen (las reglas a las que hago referencia son las de EyGM, las cuales pueden diferir de las de FBM):

*NO ME HA GUSTADO...

...que en el 90% de los equipos que he arbitrado, al menos un jugador y/o entrenador ha intentado engañarme con respecto a alguna regla del juego. Como por ejemplo, entrenadores que dicen que sólo dispones de 2 tiempos muertos en el último cuarto siempre y cuando no hayas gastado el del tercer tiempo, lo cual es completamente falso.

...que una gran mayoría de entrenadores haga trampas intencionadamente y sin ningún tipo de reparo, y cuando digo "intencionadamente" me refiero a lo siguiente: un entrenador de minibasket puede "obviar" que el grandullón de su equipo se quede debajo de canasta poniendo tapones a todo el que pasa por delante porque le "conviene", pero realmente él no quiere hacer trampas.
Otra cosa diferente es un entrenador de alevín que descaradamente le dice a la jugadora más alta que se ponga delante de la canasta con los brazos en alto, o el entrenador de infantil que coloca a sus jugadoras en zona, pero no en algo similar a..., sino que salta a la vista que incluso entrenan ese tipo de defensa a pesar de que son conscientes que es ilegal. (Nota: hasta la categoría de cadete está prohibida la defensa en zona)

...que los entrenadores del punto anterior, además de hacer trampas, se "indignen" cuando les llamas la atención y quieran engañarte sin pudor haciéndote ver que realmente no está sucediendo lo que todo el mundo tiene delante de sus narices.

...la cantidad ingente de padres/madres/familiares que sistemáticamente se sitúan en el banquillo de su equipo y hay que decirles, como a niños pequeños, dónde deben situarse porque sus entrenadores son incapaces de hacerlo o se desentienden del tema; esta segunda medida es una artimaña de lo más rastrera puesto que cuando le dices a determinados padres que deben irse del banquillo, lo que sucede es que ya les tienes cabreados incluso antes de empezar el partido y eso les viene bien a determinados entrenadores marrulleros.

...las mismas personas del apartado anterior que después de decirles que abandonen el banquillo se marchan detrás de la canasta y se agarran al soporte de la misma, teniendo que llamarles la atención una segunda vez porque, aunque a ellos no les resulte evidente, siguen molestando a los jugadores y suponen un elemento que puede obstaculizar el transcurso del juego.

...los padres/madres/familiares que se sitúan, esta vez sí, en la banda opuesta a los banquillos pero a tan sólo 20 milímetros de la línea de banda; y aunque sigan sin darse cuenta, suponen un obstáculo para los jugadores y el propio árbitro cuando el balón debe sacarse desde ese lado y un peligro evidente para sus propios hijos en caso de que quieran jugar un balón que se encuentre cercano a la línea de banda.

...la falta de interés de muchos entrenadores, e incluso jugadores, por practicar el deporte que se supone les gusta; por ejemplo, un sábado está toda la noche lloviendo y, por fortuna, amanece más o menos soleado pero cuando llego al colegio en cuestión resulta que no ha llegado nadie y cuando lo hacen, en lugar de intentar secar el campo para jugar lo primero que dicen es : "Uff, esto pinta mal".
O el caso de no numerar la fichas de los jugadores, o llegar 5 minutos antes del inicio del partido (deben hacerlo al menos 20 minutos antes), o no tener a alguien que haga de oficial de mesa, o no poder entrar al campo de juego porque al entrenador en cuestión se le olvidó "avisar al colegio" de que tenían partido.

...la descoordinación entre los propios árbitros a la hora de seguir unas determinadas directrices, lo cual viene provocado a partes iguales por la falta de seguimiento a los árbitros y que muchos de ellos se muevan sólo por intereses económicos, lo cual produce una falta de interés total por el reglamento que, con toda la razón del mundo, genera malestar en los equipos.

...el tener que cargar con las culpas de otros árbitros que se han "inventado" las reglas en anteriores partidos, teniendo que escuchar constantemente cosas como: "pues el otro día me dijeron que..." o "hasta ahora siempre me habían dicho que esta regla es así...".

...pagar los platos rotos de anteriores arbitrajes, encontrándome equipos "encabronados" antes de empezar el partido porque el último árbitro que les tocó era un manta.

...la falta de interés de muchos árbitros que sólo ven euros donde realmente hay jugadores y entrenadores que entrenan muy duro para conseguir objetivos, y les da igual pitar los 3 segundos en zona como sacarse de la manga una nueva regla acerca de la flecha de alternancia.

...la falta de disciplina por parte de los comités hacia los entrenadores, permitiéndoles cosas como tachar su firma del acta o menospreciar a los árbitros sin que ello suponga una sanción. Esta circunstancia viene provocada por el hecho de que no se exige ningún título para ser entrenador en esta liga y por ello no "quieren" sancionar a las personas que se ofrecen a dirigir los equipos los sábados y que lo hacen casi como un sacrificio, sucediéndome la curiosa estampa de arbitrar al mismo equipo en varias ocasiones y en todas ellas el entrenador era una persona distinta.

...el no saber cómo lo estoy haciendo o que haya una persona que pueda aconsejarme, ya que en la segunda jornada de liga vino un coordinador de la organización para decidir si podía arbitrar categorías superiores (lo hacen con los novatos) y antes de Semana Santa fue otro coordinador a verme arbitrar, aunque en esta ocasión lo único que me dijo era que se llevaba el acta y nada más; aparte de esto, nada más.
Y en mi caso no tiene consecuencias graves porque dentro de lo que cabe lo hago más o menos bien, pero hay árbitros a los que deberían seguir concienzudamente para evitar los desaguisados que hacen semana tras semana.

...el no haber sido seleccionado para arbitrar en la fiesta de clausura de la liga, lo cual significa también que estaría entre los mejores 15 árbitros del campeonato; era cierto que sabía que llamarían a los árbitros con más experiencia (y más "mano"), pero tenía alguna esperanza.
Y en menor medida también esperaba que me convocasen para el campeonato de España, pero es evidente que necesito más "experiencia" en esta liga para optar a los premios importantes.

...tener que soportar constantes insinuaciones por parte de jugadores/entrenadores/aficionados acerca de mis decisiones, oyendo desde cosas como "anda que no se nota que vas contra nosotros" hasta "como se ve que eres casero" (lo curioso es que en esa ocasión pitaba a casi 40km de mi casa).

...escuchar a los entrenadores cómo desacreditan mis decisiones ante sus jugadores con frases del estilo "sé que no le has tocado, pero te has girado un poco..." (cuando bajan los brazos ante la entrada de un rival) o "aunque no le des, haces el gesto y el árbitro te lo pita" (cuando un jugador suelta un codazo o una patada que no impacta en el rival). (Para estos entrenadores, Nota aclarativa: Ver principio del cilindro, Principio de verticalidad y definición de Falta personal, haciendo hincapié para esta última en la frase "un jugador no incurrirá en juego brusco o violento")

...el hecho de que muchos aficionados entren en el plano personal a la hora de insultar al árbitro; aunque lo correcto sería que no entrasen en ningún plano, bien es cierto que no es lo mismo que te digan "eso son pasos" a que te digan "eres un hijo de la gran p...".


*ME HA GUSTADO...

...el hecho de poder realizar una actividad que me gusta y el haberlo hecho lo mejor que he podido, leyendo una y otra vez el reglamento hasta llegar a dominarlo y con la firme convicción de que cada sábado debía ser mejor al anterior; y en este aspecto debo decir que ha habido fines de semana que lo he conseguido y otros en los que no.

...el hecho de haberme ganado el respeto de todos y cada uno de los entrenadores y jugadores a los que he arbitrado, lo cual, a mi modo de entender, es apreciable en esta circunstancia: cuando entro a un campo de juego en el que hay un equipo de los que defiende en zona en categorías en las que está prohibido, de los que nunca ven falta en las acciones de sus jugadores o simplemente les gusta "adaptar" el reglamento a su antojo, noto rápidamente que no les gusta que yo sea el árbitro porque a mí no me van a encontrar las cosquillas.
En cambio para el resto de equipos es diferente porque, aunque no dan palmas de alegría, saben que ese día les ha tocado un árbitro que se sabe las reglas y que las va a aplicar a todos por igual, por lo que se pueden olvidar de ese aspecto ya que son conscientes de que no va a haber "cosas raras".


Y con esto doy por concluída la temporada de árbitro, sin ningún tipo de evaluación de mi rendimiento por parte de los organizadores, sin fiesta de clausura, sin campeonato de España, y a la espera de la próxima campaña en la que espero seguir mejorando porque a ilusión y ganas de hacerlo bien nadie me va a ganar.

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