Sigo en mis trece

Lo primero es lo primero, y lo cierto es que hace varios días que no me acuerdo de asumir mi fallo: en su día dije que sólo ganaríamos una medalla en los mundiales de atletismo de Berlín y al final ganamos tres (porque para mí, ganamos tres).
En mi favor diré que la disciplina en la que ganamos la medalla que no nos quitaron y además que no se esperaba nadie es la prueba de marcha, que junto a la prueba de maratón son disciplinas aleatorias en las que unas veces puedes terminar descalificado, otras puedes acabar en una camilla por un bajón físico y otras puedes acabar en lo alto del podio.

Y como decía al principio, sigo en mis trece porque sigo pensando que todo es relativo: la 4ª posición cosechada por la selección femenina de hockey hierba en el día de ayer puede ser un resultado aceptable porque esa era la máxima aspiración del equipo, mientras que la misma posición alcanzada por la selección masculina no puede ser un resultado positivo porque se aspiraba al oro con este equipo.
Sobre estos últimos comentar que el partido de hoy entra dentro de lo relativo: si empiezas el partido dominando y dispones de cinco ocasiones claras de gol pero son los holandeses los que se adelantan en el marcador, y cuando intentas remontar el marcador encajas el segundo gol, todo va fatal y está perdido. Pero si escasos minutos después se recorta la diferencia gracias a un gol de R. Garza, entonces todavía estamos vivos.
Pero claro está, lo que no puede suceder nunca es que en la segunda parte vayan cayendo goles uno tras otro hasta cerrar un marcador final algo sonrojante (6-1), resultado que según uno de los comentaristas de televisión no es humillante porque "en el deporte nunca se humilla a nadie", y he aquí la relatividad: comparto la idea de que en el deporte no se "humilla" a nadie en el sentido completo y peyorativo del verbo, pero en un sentido profesional del deporte sí es un resultado humillante que un equipo al que has barrido días antes te pase por encima sin contemplaciones.

Precisamente ayer los comentaristas opinaron sobre la actitud de la jugadora R. Huertas de la selección femenina que según ellos es todo coraje, garra, no le gusta perder a nada y está siempre concentrada.
Este comentario venía a raíz de las continuas protestas que la jugadora dirigía a las colegiadas del partido y a los aspavientos que hacía continuamente cuando no le salían las jugadas que intentaba; y es en este punto donde entramos en la relatividad de la situación: para mí, la aportación de esta jugadora en los últimos partidos fue nulo y su papel se limitaba a jugadas personales que terminaban siempre en pérdidas de la pelota con las consiguientes protestas.
Porque yo no comparto la opinión de que un jugador que constantemente protesta y grita es un jugador que está concentrado, es más, creo que es todo lo contrario: un jugador descentrado, que pierde los papeles y perjudica a su equipo con las protestas.
Una cosa es "trabajar" a los árbitros ocasionalmente para que se fijen en alguna jugada que nos pueda beneficiar y otra muy distinta es el "acoso y derribo" contra los colegiados cuando el marcador va en nuestra contra.

Por cierto, si ayer comentaba que el hecho de aparecer en los medios de información dependía de si ese día alguien de tu deporte había ganado una medalla, hoy se confirma mi teoría y además se roza el subrealismo: en uno de los periódicos citados ayer no hay artículo alguno sobre los judokas de los que hablé, mientras que en el otro diario deportivo aparece un breve artículo en el que se dice que ha sido hoy cuando han participado dichos judokas y es mañana cuando finaliza el Mundial, cuando realmente es hoy cuando YA ha concluido.

Para concluir, quiero admitir que este blog últimamente se está centrando en los eventos deportivos de los últimos días y quizá me quede sin argumentos cuando finalicen todos ellos ya que creo que a partir de Septiembre apenas sucede nada interesante (Liga de campeones, ACB, NBA, US Open, Super Bowl, Euroliga...); está claro que va a ser difícil que surjan temas interesantes.
Aunque espero que a partir de ahora vayan apareciendo otros temas que no estén relacionados tan directamente con el deporte, que no quiero que la gente se enfade.

¿En qué deporte se puede hacer el mayor de los ridículos sin ni siquiera haber entrado en el campo? Mañana la respuesta, y añadir que no sólo le ha sucedido a un jugador.