lunes, 30 de mayo de 2011

Decisiones inciertas

Supongamos que hablo de un equipo de baloncesto, por ejemplo Los Ángeles Lakers, que comenzó la temporada de maravilla pero que por diversos motivos no consiguió los objetivos deseados al final de la misma.

Si dentro de esos motivos se incluyen las malas relaciones de algunos jugadores con e cuerpo técnico, entonces se vislumbra de manera clara la solución para el futuro: o se despide al entrenador, o se rescinde el contrato de los jugadores descontentos; todo depende del bando en el que se encuentre la directiva.

Pongamos que la directiva apoya de manera incondicional a ese bloque de jugadores descontentos y toma la decisión de rescindir el contrato del actual entrenador, contratando después a un técnico del agrado del "núcleo" pero que no termina de convencer al resto de la plantilla.

Imaginemos que los motivos por los cuales el nuevo entrenador no convence a la otra parte del equipo son: denotado favoritismo hacia el "núcleo" a la hora de distribuir minutos y "peso específico", independientemente de la calidad del juego ofrecida; mala gestión de los jugadores; y una etapa anterior dirigidos por dicho entrenador con resultados peores que la última temporada.

Entonces se plantea una decisión difícil para dichos jugadores: ¿esperar a ver si esta segunda etapa es distinta de la primera y no tan mala como se esperaba? ¿intentar cambiar la visión del entrenador acerca del "núcleo" para reorientar la marcha del equipo? ¿buscar un nuevo equipo?
Esta última opción es la más arriesgada (a priori) porque puedes marcharte y ver desde la distancia como el equipo mejora los resultados de este año, aunque también puedes observar su hundimiento total y respirar aliviado al confirmar que hiciste bien.
Y digo que a priori es la más arriesgada porque desde mi punto de vista las otras opciones no son más "conservadoras" o "seguras": si decides quedarte puede salir todo bien y tan felices, o puede repetirse la historia y volver a caer en los mismos errores de la anterior etapa, sintiendo entonces que has perdido un año de tu carrera deportiva.

Si a este dilema le añadimos factores externos que puedan afectar a los jugadores que se plantean su salida, como por ejemplo la comodidad de la ciudad en la que residen actualmente, las buenas relaciones con otros sectores del club, la buena imagen que la afición tiene de ellos... entonces la decisión toma una dimensión mucho mayor, porque no sólo le afectará al jugador sino que puede traer consecuencias a terceros.

Para concluir me gustaría expresar mi opinión personal sobre este tipo de decisiones: cuando tomes una decisión, jamás será una opción errónea si ocurra lo que ocurra continúas hacia adelante con esfuerzo y determinación; al final todos terminamos en el lugar que nos merecemos.

Nota1: Este artículo trata un tema real, de un equipo de baloncesto real.
Nota2: No, no son Los Ángeles Lakers.
Nota3: Todos tranquilos, jamás haré privado este blog después de escribir un artículo en el que exprese mi opinión crítica de alguna persona, institución, club... (ya he expresado mi descontento muchas veces y sigo "abierto" al público)

Nota sobre la Nota3: Aunque desde lejos puedas pensar que aquello que reluce es el paraíso, al mirar dentro verás que sólo hay hipocresía, falsedad y podredumbre.

Nota sobre la Nota sobre la Nota3: Rebautizo oficial de los clubes de baloncesto más importantes:
FAKE CAPITAL
DORADOS POR OBLIGACIÓN
ALMAS NEGRAS
BAD HEARTS
CONDADO DE LA TRAMPA
ILUSIONES EN VENTA... (y un infinito etcétera)

¿Alguien se atreve a encontrar la solución? Quizá en próximos artículos dé algunas pistas.

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