Nos fuimos de puente con el "secuestro" encubierto de los controladores y a la vuelta nos encontramos con el escándalo de la "operación galgo", la cual ha aniquilado toda la ilusión que podía tener en el deporte español.
No es sólo el daño que se le hace a la imagen de nuestros deportistas, sino que además se pone en entredicho todos aquellos logros conseguidos en el pasado y aquellos que estén por venir, sembrando la duda en todos nuestros rivales cada vez que consigamos alguna victoria.
Desde mi punto de vista no es sólo el escándalo en sí, sino los deportistas que lo han protagonizado, entre ellos Marta Domínguez...y semanas antes, en otro escándalo del dopaje, el de Alberto Contador; porque si en lugar de estos deportistas tan queridos por la afición y reverenciados por los rivales, hubieran sido otros como Artest o Rodman (dos cabezas locas de la NBA) o Ronaldo, Ronaldinho...en el mundo del fútbol, todo el mundo lo hubiera entendido como algo "esperable" y las repercusiones, más allá del individuo, hubieran sido nimias.
En cambio estamos hablando de dos deportistas ejemplares para todo el mundo que predicaban valores como el sacrificio, entrega, garra, humildad y sencillez que hicieron que millones de personas estuvieran pegadas al televisor para ver sus hazañas, aunque fuera en deportes tan minoritarios como el ciclismo o el atletismo (comparado con el fútbol, por ejemplo).
Y ahora nos encontramos con la "posibilidad" de que esas conquistas podrían estar vulneradas con métodos ilegales que destrozan en mil pedazos nuestras ilusiones, nuestras alegrías...y nuestras esperanzas de futuro; supongo que mucha gente olvidará pronto y seguirá como si nada, pero a mí me han superado estos escándalos.
Ahora ya no sé si volver a creer en algún deportista de esos que lucha contra viento y marea para hacerse un hueco en esos deportes olvidados para el gran público, dígase natación sincronizada, gimnasia, voleibol, halterofilia, judo... sin tener esa sensación de que detrás de cualquiera de ellos podría volver a aparecer un enorme abismo de desilusión.
Y si a alguien le parece exagerada o dramática esta visión ¿qué opinarían si el siguiente escándalo lo protagonizara uno de los grandes ídolos españoles como P. Gasol, R. Nadal, I. Casillas, J. Lorenzo...? ¿su ilusión seguiría intacta?
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Estoy contigo!!
ResponderEliminarPero no perdamos la esperanza, sé que hay gente que está luchando contra viento y marea por conseguir llegar a lo más alto, muchísima gente anónima. Lo último que hemos de perder es la esperanza. Yo creo en nosotros.
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