En esta crisis económica que tanto está dando que hablar, creo que se está produciendo un daño que no aparece cuantificado en ninguna estadística: las sombras que se ciñen sobre el futuro de tus seres queridos... cuando tu tren está cerca de llegar a su destino.
Resulta que durante muchos años nuestros abuelos se han dejado la piel, la sangre y el sudor en levantar un país que estaba anclado en la Edad Media cuando el resto de países europeos llevaban varios siglos industrializados, consiguiendo una serie de derechos y servicios que permitieran tener una existencia digna a sus nietos.
Después llegó el turno de nuestros padres, los cuales defendieron con uñas y dientes todo lo conseguido en el pasado para poder ofrecerles a sus hijos un futuro esperanzador y lleno de oportunidades de cara a continuar esta "cadena de favores" en la que cada generación plantase las semillas cuyos frutos los recolectasen sus descendientes.
Pero la situación actual dista mucho de ese ideal: abuelos que tienen que acoger a sus hijos y nietos al tiempo que hacen malabares para sacar adelante a la familia con una pensión que en muchos países se consideraría casi dentro del umbral de la pobreza, padres que tienen que avalar a sus hijos con sus propias casas ya pagadas...
Siempre pensé que cuando superase los 50 años, simplemente me dedicaría a disfrutar de la vida en una casa con la hipoteca finiquitada, al tiempo que contaba los días para jubilarme y dedicar mi tiempo a ser feliz; una vez que estuviese jubilado, simplemente viviría, sin más.
¿Por qué no puede ser así? ¿Por qué los abuelos y padres de hoy viven con la angustia de no saber si van a despedir a sus hijos, si podrán seguir pagando su casa, si sus nietos/hijos tendrán que irse a trabajar a la otra punta del mundo y quizá no vuelvan a verlos más?
Simplemente creo que no es justo el trato que se le está dando a esas generaciones que levantaron este país para que al final acaben viviendo dentro los mismos de siempre.
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