La semana pasada, por prescripción médica, tuve que permanecer durante todo un día con los ojos cerrados en mi domicilio... y claro está que el sentido que podía hacerme las horas más llevaderas era el oído.
El caso es que pensé que aunque no pudiera ver las imágenes, no era motivo para no seguir el transcurso de un partido o de un programa deportivo... hasta que encendí la televisión y me dí cuenta de mi error.
Por citar algunos detalles, casi nunca mencionan el marcador o el tiempo que resta, meten anuncios o cuñas publicitarias cada dos por tres, se centran en debates internos y se olvidan del partido... además del hecho evidente de no narrar casi nunca lo que está pasando en el campo.
Uno puede estar escuchando un partido de baloncesto y de repente escuchar: "¡Segundo triple seguido de Navarro!", y es entonces cuando te preguntas: "¿Acaso han narrado el anterior?"
O tan pronto un equipo de fútbol controla la pelota en la banda derecha del campo rival cuando 20 segundos después ha marcado el otro equipo en un córner que ni siquiera sabías que se había producido.
O en un partido de fútbol femenino... a quien quiero engañar, en este país sería casi imposible que televisasen un deporte que no fuera baloncesto o fútbol... masculinos, por descontado.
Por este motivo me gustaría pedir a los narradores y comentaristas deportivos que se centren única y exclusivamente en lo que es el partido, porque para mucha gente son el único medio disponible para seguir un evento deportivo.
martes, 25 de octubre de 2011
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario