miércoles, 13 de enero de 2010

El poder

Hacía mucho tiempo que no actualizaba este blog e incluso recibí varias indirectas de mis incondicionales seguidores para que escribiera pronto algo nuevo.

Esta vez quiero hablar del poder, y sobre todo, de las consecuencias que conlleva; para ello hablaré de varios casos personales que he vivido en primera persona y que definen bien lo que NO se debe hacer con el poder.

Por ejemplo un profesor, ya sea de colegio, instituto, universidad o máster, no puede suspender clases a su libre albedrío por el simple hecho de que a él no le venga bien ir a clase ese día; si hoy me levanto a las 8:00 y veo que hay 20 cm de nieve, mandaré un mensaje al lugar donde tengo clase a las 10:00 para decir que se suspende: BIEN HECHO.
Si me levanto a las 8:00 y veo que hay la misma cantidad de nieve, no se puede mandar un mensaje a las dos de la tarde diciendo que "por el mal tiempo no podrá acudir a la clase", la cual es a las 19:00 : MAL HECHO.
Que te da pereza tener que ir a dar una clase a las tantas de noche me parece lógico, pero para eso te pagan, y lo que no es lógico, ni lícito ni éticamente correcto es que por el hecho de tener el poder hagas y deshagas a tu antojo; ahora bien, es probable que en la siguiente clase nos informe de que esa clase hay que recuperarla el viernes a las 20:00 porque el resto de días él los tiene ocupados.
¿Y los alumnos? ¿No tenemos los alumnos ocupados el resto de días? Porque irónicamente el día que se suspende la clase todos los alumnos podemos asistir, mientras que es probable que el día que recuperemos esa clase perdida muchos alumnos no puedan asistir y por tanto pierdan una clase que han pagado y que, se dé un día u otro e incluso no se llegue a dar, el profesor la va a cobrar.
Y si además alguien se atreve a presentar una queja a dirección, más vale que no haga planes para el verano porque es probable que tenga que estudiar.

Otro ejemplo es el de director deportivo de muchos colegios o clubes, el cual abusa de su autoridad para hacer y deshacer a su antojo; no es lógico que los padres paguen una exgaeración de dinero (cerca de 40€ al mes) para que el equipo de su hijo/a no tenga al menos un balón por jugador, y por tanto, su hijo pueda disfrutar plenamente del deporte que hace. Porque en ese caso es mejor que los padres paguen 20€ al mes y que cada niño se traiga de casa su propio balón, ya que en muchos centros comerciales los venden a 5€ o menos.
Si echamos cuentas resulta que el director se está llevando más de 800€ limpios todos los meses por el simple hecho de ser el dueño, el jefe y el que hace los recibos (debe ser papel de oro para compensar tanto esfuerzo) mientras que los trabajadores, es decir, los entrenadores, apenas reciben algo más del 10% del sueldo de éste.
Y ante esta situación todo el mundo puede alegar que él es el dueño y que si no te gusta, te vas; pero ya que su labor se limita a llevarse el dinero calentito, al menos podría desempeñar unas mínimas tareas que conlleva su cargo, como por ejemplo comprar balones, poner los horarios de los partidos correctamente, preocuparse de los problemas de los entrenadores y más aún cuando la mayoría de ellos aceptaron entrenar en ese colegio por la amistad de muchos años y por la escasez de entrenadores que tenían, hecho provocado por la pasividad del coordinador para buscar nuevos entrenadores.

Y al llegar a este punto le doy la vuelta a la tortilla: resulta que mañana me contratan para dar un máster y mira tú por donde uno de los alumnos es el profesor del que antes os hablé; ¿se tomaría bien que suspendiera la clase del próximo día? ¿Y si cambio una clase para un día en el que él tenía pensado irse de vacaciones con su familia?
Y si además de ser profesor en el máster también me contratan en un colegio para entrenar un equipo de fútbol, en el cual está apuntado el hijo del coordinador del caso anterior ¿le parecerá bien que el equipo de su hijo, de 20 jugadores, sólo tenga 4 balones cuando él paga todos los meses 40€? ¿Estará conforme cuando por no estar atento la federación me ponga todos los partidos de liga a las 9 de la mañana?

En ambos casos creo que la contestación es la misma: NO les gustaría; y es que ya lo dicen en muchas películas americanas (aunque no sé si estará sacado de alguna filosofía orienta): "UN GRAN PODER CONLLEVA UNA GRAN RESPONSABILIDAD"

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